Venía yo pensando en aportar algo de luz al tema pero visto que cada curso ocurre lo mismo y que cada cual cuenta la historia como le parece o como se la han contado, me conformaré con plasmar en este blog una visión personal del entrenamiento de la fuerza en niños y preadolescentes siempre apoyada por la base que nos proporciona la ciencia actual y aquellos a los que en este campo considero mis referentes.
A esto, le añadiré lo que de forma práctica he llevado a cabo con mi propio hijo, Pablo que será el ejemplo en muchas de las tareas planteadas en las propuestas prácticas que desarrollaré en posteriores posts.
A esto, le añadiré lo que de forma práctica he llevado a cabo con mi propio hijo, Pablo que será el ejemplo en muchas de las tareas planteadas en las propuestas prácticas que desarrollaré en posteriores posts.
Lo primero que debemos tener claro es qué es la fuerza, definida como aquella capacidad que tiene
el músculo de producir tensión al activarse
o como se entiende habitualmente al contraerse. Diríamos para simplificar que la fuerza (parafraseando al gran Julio Tous) es la única capacidad física básica ya que si no existe capacidad contractil no existe movimiento.
Cualquier acción físico deportiva comporta fuerza, en cualquiera de sus manifestaciones.
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| yo aquí veo fuerza... |
Existe una controversia histórica sobre el entrenamiento de la fuerza en edades tempranas. Aquellos que se consideran detractores esgrimen entre sus argumentos algunos como la incapacidad que tienen los niños de aumentar sus niveles en esta cualidad
debido a la falta de hormonas androgénicas en sus organismos. Si bien esta afirmación no es errónea y hasta la pubertad la liberación de testosterona no será importante, el aumento de fuerza depende además de otros factores de carácter neuromuscular como son la capacidad contractil del músculo o el incremento en la actividad muscular.
No existe ninguna evidencia científica de que el entrenamiento de fuerza, siempre y cuando sea contextualizada a la edad del niño y planificada y dirigida por un profesional tenga ningún efecto contraindicado.
Sea así, os presento en este blog una propuesta práctica basada en la práctica realizada durante el periodo transitorio con mi hijo Pablo (12 años).
Hay que tener en cuenta que anteriormente ya habíamos trabajado otros aspectos coordinativos y motrices adaptados a edades todavía más tempranas.
La propuesta que veréis se divide en varias partes:
- Preparación al movimiento
- Fuerza
- Jumping, landing and rebounding
- Valoraciones
Espero que os sirva.

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